Felicidad como objetivo humano
fundamental
La industria de hacer feliz a la gente
La ONU reconoció el 2011 la felicidad como meta
y convocó a los estados miembros a promover políticas públicas que incluyan
medidas que reflejen la importancia de la búsqueda de la felicidad y el
bienestar en sus propuestas de crecimiento. Hoy, es cada vez más grande el
mercado que busca satisfacer esta necesidad básica.
Tania E. Díaz G.
Cristian se sentía con pena. Pero no era
simplemente un mal día. Iba más allá. Como tenía fonasa fue al consultorio de
su comuna y se encontró con una lista de espera gigante. Se anotó para una
entrevista de diagnóstico, que le dieron para un mes más. Pero estaba decidido
a encontrar una solución más rápida a su problema.
La psicóloga Claudia Álvarez explica que
situaciones como la de Cristian son comunes. “Lo que pasa es que el sistema se
vicia. Hoy día hay terapeutas que escuchan "pena" "infeliz"
"desganado" y prefieren diagnosticar depresión de inmediato para no
dejar fuera de cobertura. Aunque lo que quieran decir es usted no tiene
depresión, sólo tiene pena y es normal”. Esto ocurre porque el plan AUGE
contempla la cobertura de depresión en pacientes mayores de 15 años. Y sólo el
año pasado se diagnosticaron 113.749 casos según la superintendencia de salud.
Está tan colapsado el sistema que los pacientes deben esperar un mes entre
sesiones, aunque los planes ideales de trabajo plantean una vez a la semana.
Cristian siguió buscando opciones y se
encontró con un grupo que hacen un tipo diferente de sicoterapia. Se llama
Terapia Gestáltica y busca cambiar la vida de una persona con retiros
espirituales intensivos a la Isla de Chiloé. Están a cargo de la Doctora Adriana
Schnake Silva. El programa de trabajo son 4 días con actividades entre las 9 de
la mañana y las 7 de la tarde. Incluye alojamiento y comidas. El costo del
programa es 350 mil pesos, pero no incluye el pasaje ni consultas individuales.
En abril, se desarrollará por segundo
año consecutivo el “encuentro de relaciones saludables y felicidad”. Preguntar
a un expositor sobre cuánto cobrará, resopndió lo políticamente correcto: “Solo
te puedo decir que yo no estoy llendo a Chile por razones de dinero o remuneración,
sino por lo que pueda contribuir a la conferencia y a una misión común que
pienso todos los asistentes tenemos”.
Por un amigo medio “esotérico” Cristian conoció
a una maestra de Reiki. “Estaba desesperado. Necesitaba sentirme mejor conmigo
mismo y rápido”. Ahora, habiéndose el mismo convertido en maestro de Reiki,
dice con firmeza: “Hay gente que llega mal. Yo te digo en 4 sesiones de 45
minutos una vez a la semana, te vas a sentir feliz. Vale la plata”. Actualmente
cobra 15 mil pesos por sesión, aunque reconoce que los precios varían a por su
criterio: “obvio que a la gente de plata les vas a cobrar más. Ellos pueden
invertir en su bienestar y ya después cuando ves que se hacen adictos, porque
como uno se siente mejor no para, les cobras un poquito menos, como para
mantener la clientela”.
Chile ocupa el lugar 43 en el reporte mundial de
felicidad realizado por la ONU, que a su vez citaba un cuadro hecho por
el Gallup Group International. Dentro de los más infelices de América
Latina, Chile es el líder en crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
La industria que se ha visto más beneficiada por
esta insatisfacción por parte del chileno, es la de la publicidad. En 2011, la
inversión alcanzó un total de 1364 millones de dólares, y está creciendo a un
ritmo similar al PIB.
Isabel Lobo, publicista de la agencia Lobo
Comunicaciones, aseguró: “vender felicidad por si sola, es muy difícil. Las
personas no son tontas y si un producto no entrega los beneficios que promete,
ninguna publicidad del mundo va a lograr que se venda. Pero siempre hay una
idea de bienestar detrás”.
Bienestar es lo que sigue buscando Cristian y la
mayoría de los chilenos. Con clases de yoga, biodanza, coaching, meditación. El
mercado ofrece productos para todos los gustos y todos los bolsillos.
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